PERFIL | ARCHIVO | INDEX | GALERIA | SOCIEDAD FIGARI | FALSOS | JUANCARLOS FIGARI | NOTICIAS | FORO | FIGARI Y .... |
PROFILE | ARCHIVE | ENGLISH | GALLERY | ENGLISH | FAKES | ENGLISH | NEWS | FORUM | FIGARI &... |
fernandosaavedra@pedrofigari.com
FIGARI Y ENRIQUE AMORIM
“Quitanderas” 48x62cm
"Quitanderas" 53x68cm
Insisto siempre en que lo que escribo tiene carácter de tradición oral. Es mucho lo que me queda por leer, y quién sabe cuánto he olvidado.
La amistad de Pedro Figari con Amorin debe haber sido muy íntima, por lo menos a partir de la forma en que compartieron el tema de las quitanderas. Yo concozco ese tema solamente por haber leído “La Carreta”, y conocer la mayoría de las pinturas de Figari sobre el mismo. Tengo entendido que quitanderas tiene que ver con una tradición brasilera de mujeres que vendían dulces llamados quitandas. En la novela de Amorim se trata de mujeres que viajan por la campaña en su carreta ofreciendo sus favores sexuales. Sin duda algo habrá inspirado a Amorim, pero finalmente, Figari no hace más que dar una interpretación plástica a la invención de Amorim.
El conjunto de las dos creaciones artísticas resultó tan real, que un escritor francés tomó esa "realidad" como tema de una novela, lo que por lo menos causé una polémica en las prensas europea y americana.
Teniendo en cuenta que hay estudios de gran nivel sobre esto, espero que esta página pueda enriquecerse.
Esa amistad se prolongó en el tiempo, hasta donde yo sé, con una frecuente correspondencia entre la viuda de Amorin y María Elena, la hija mayor de Figari.
Fernando Saavedra Faget.
(La Mañana, octubre 13, 1938)
Siga
tranquilo, don Pedro
al
paso, por su leyenda
de
rosados caseríos
con
aljibes y con negras
Siga
tranquilo don Pedro,
resucitando
taperas,
entre
el polvo remolón
de
sus últimas carretas,
que
con ventaja de un día
Ya
corre en la diligencia
salpicada
de lechuzas,
y
entre látigos y alertas
la
noticia dolorosa
para
la gente campera
Don
Pedro Figari ha entrado
esta
anoche en su leyenda
Un
negro retinto agarra
su
caballo por la rienda
mientras
desmontan mil gauchos
y
el doble exacto de espuelas.
Los
ranchos duermen su barro,
y
baja de la cumbreras
silencio
en filo de paja
que
entre los yuyos se enreda.
En
ombúes centenarios
la
luna se balancea,
sin
asustar a los potros,
sin
hacer temblar las hierbas,
sin
que las hojas del árbol
ateridas
se desprendan.
Y
al ver que la noche afloja
su
negro nudo de cerda,
la
leyenda de don Pedro
para
siempre se presenta.
Dejó habitado su mundo:
-
el camino y su carreta,
-
el paisano con su china,
-
el potro zaino y su yegua,
-
sus nubes sobre los campos,
-
el perro flaco y su perra.
¡Por
qué fue un hombre completo
para
el color y la siembra!...
Imaginero
criollo
baquiano
de las tranqueras,
curandero
de colores,
viejo
pintor y poeta,
“Don
Pedro Figari ha entrado
esta
noche en su leyenda”.
ENRIQUE AMORIM.